La reducción y reestructuración significativa de la fuerza laboral del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) ponen en riesgo la lucha nacional contra el cáncer
Los recortes drásticos de personal y los cambios en agencias federales clave podrían interrumpir operaciones y poner en peligro programas que abarcan todo el continuo del cáncer
WASHINGTON, DC – Hoy, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS) anunció que eliminará más de 10,000 empleos como parte de una importante reestructuración que afectará las operaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y los Centros para los Servicios de Medicare y Medicaid (CMS, por sus siglas en inglés), entre otras agencias fundamentales. Estos cambios podrían tener consecuencias graves y a largo plazo en la lucha nacional contra el cáncer.
A continuación, una declaración del Dr. Wayne A. I. Frederick, director ejecutivo interino de la Sociedad Americana Contra el Cáncer y de la Red de Acción Contra el Cáncer de la Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS CAN, por sus siglas en inglés), y cirujano oncólogo en activo:
“La ACS CAN reconoce el intento de la administración por fomentar la eficiencia. Sin embargo, cualquier cambio importante en la infraestructura, los programas y los servicios federales debe implementarse de forma meditada que garantice y proteja el progreso en la lucha por controlar las enfermedades crónicas, incluido el cáncer. Los importantes recortes de personal y la reestructuración de agencias y operaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS), anunciados hoy, afectarán todos los aspectos del continuo del cáncer, desde la prevención hasta la investigación, el acceso al tratamiento y la atención de supervivencia, y podrían afectar la capacidad de nuestro país para desarrollar pruebas de detección temprana y tratamientos para las más de 200 enfermedades que conocemos como cáncer. Las reducciones abruptas y generalizadas también podrían hacer que futuros avances contra el cáncer queden estancados en los laboratorios mientras que los pacientes sufren.
Como oncólogo cirujano, he realizado muchas cirugías en pacientes que padecen cáncer de páncreas, una enfermedad que ha mostrado un aumento tanto en la incidencia como en la mortalidad, donde la tasa de supervivencia a 5 años para el cáncer de páncreas más común es de tan solo el 8%, y la detección temprana sigue siendo un desafío. Con más de 2 millones de personas que se espera que sean diagnosticadas con cáncer en EE. UU. solo este año, no podemos permitirnos poner en riesgo los programas y servicios basados en la evidencia científica que desde hace tiempo han desempeñado un papel fundamental en la lucha contra el cáncer.
“Sin la fuerza laboral o la infraestructura necesaria para ejecutar los programas y servicios de los CDC, la principal agencia de salud pública podría perder la capacidad de llevar a cabo los programas fundamentales que han demostrado prevenir y detectar el cáncer en sus etapas iniciales, cuando es más tratable y las tasas de supervivencia son más altas, así como de brindar apoyo a los sobrevivientes de cáncer. Los CDC han desarrollado una amplia experiencia en el control del cáncer y han implementado programas que no se replican en otros lugares con el objetivo de tener el mayor alcance en todo EE. UU. para impactar a la mayor cantidad de personas con información e intervenciones basadas en hechos a fin de ayudar a las personas a reducir su riesgo de cáncer.
“Durante los últimos 50 años, cada avance médico importante se debe a las inversiones en los NIH, sede del Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés). Gracias a estas inversiones, hoy en día hay más de 18 millones de sobrevivientes de cáncer con vida en EE. UU., y los investigadores están a punto de desarrollar numerosas herramientas de diagnóstico y tratamientos nuevos e innovadores. Con estos importantes cambios de personal, es posible que las nuevas innovaciones y curas no se materialicen, y los pacientes podrían experimentar interrupciones en el acceso a los servicios y estudios clínicos. Los avances de los NIH y el NCI salvan vidas e incentivan el progreso económico. Reducir la fuerza laboral de los NIH y del NCI podría poner en peligro el potencial de salvar más vidas y, al mismo tiempo, arriesgar la posición de nuestra nación como líder mundial en investigación médica.
Los funcionarios públicos de los CMS ayudan a los casi 148 millones de personas que tienen cobertura de salud a través de Medicaid, incluidos aproximadamente 1 de cada 3 niños con cáncer, y Medicare en todo el país. Reducir la fuerza laboral dedicada a brindar cobertura de seguro médico que permite a las personas consultar a un médico con regularidad, hacerse pruebas de detección de cáncer y acceder a tratamientos del cáncer o atención de supervivencia podría tener consecuencias que amenacen la vida.
“La FDA desempeña un papel fundamental para garantizar la disponibilidad de medicamentos seguros y eficaces para mejorar la salud de las personas en Estados Unidos. Eliminar puestos en esta agencia, incluso personal que no sea de revisión, podría afectar el desarrollo y la aprobación de nuevos medicamentos, lo que llevaría a Estados Unidos a perder su posición como el país donde los medicamentos contra el cáncer se aprueban con mayor rapidez y se ponen a disposición primero. La pérdida de personal indudablemente también afectará la capacidad de responder a la escasez de medicamentos que estamos experimentando. Además, la autoridad de la FDA para hacer cumplir las regulaciones sobre los productos de tabaco podría verse socavada, lo que dificultaría la capacidad del país para reducir el consumo y proteger a las generaciones más jóvenes de iniciar el consumo de productos de tabaco mortales, la principal causa de muerte por cáncer prevenible.
“La salud es una cuestión de seguridad nacional, se debe proteger la infraestructura sanitaria de nuestro país para que podamos seguir logrando avances que permitan aumentar la prevención y reducir las muertes y el sufrimiento de las personas diagnosticadas con cáncer. Despedir a miles de empleados de salud y servicios humanos, podría obstaculizar de forma considerable el conocimiento y la experiencia institucional acumulados durante décadas en la ejecución de servicios y programas contra el cáncer. El efecto acumulativo de los recortes a los fondos federales para la investigación en materia de salud y al personal de las agencias del HHS pondrá en riesgo nuestro liderazgo mundial y nuestra salud. ACS CAN insta a la administración a reconsiderar el impacto de estas reducciones en las agencias fundamentales para la salud y el bienestar de las personas en todo el país y en nuestra lucha colectiva contra el cáncer.